«Hay que poner un límite entre lo que mostramos y lo que no» – Entrevista «Lolita Rydell»

¿Alguna vez te has planteado empezar a crear contenido en redes sociales? En los tiempos que corren, cada vez es más común encontrarnos con personas que dedican parte de su tiempo a crear contenido para las diferentes plataformas que tenemos a nuestra disposición. El fenómeno «Influencer» ha sido una revolución en muchos aspectos y en cierto modo ha cambiado la forma en la que percibimos la realidad. La moda, el maquillaje, el marketing, la tecnología y una infinidad de cosas más se han visto alborotadas por estas personas que cuentan con miles y miles de seguidores. Ahora bien, esta condición de influencer conlleva consigo una exposición pública radical, una nueva forma de vivir tu vida y trae consigo la necesidad de tener una inteligencia emocional muy fuerte para ser capaz de afrontar todas las críticas y malos comentarios.

Dentro de este selecto grupo de personas, nos encontramos con Lolita Rydell, una youtuber e Instagramer Viguesa residente en Madrid que, a sus 23 años, cuenta con más de 30.000 seguidores en sus redes sociales y más de 160 vídeos en YouTube, con los que ha logrado alcanzar la cifra de 2 millones de reproducciones totales.

«Lo bonito de ser influencer es que realmente tienes que influenciar a algo bueno»

Lolita combina su vida como estudiante con la de una creadora de contenido especializada en el mundo de la moda y el maquillaje (aunque a veces también nos habla un poco de una de sus grandes aficiones, el cine). Con un estilo personal y cuidado, es una defensora del «body positive» y fiel seguidora de la creencia de que todos los cuerpos son válidos.

¿Cómo es vivir tu vida con miles de personas observando? Dentro de este mundo de sobreexposición mediática en el que vivimos: ¿Dónde está el límite entre lo que compartimos y lo que no?

Son muchos los estudiosos que se refieren a este fenómeno como «El desnudo del alma» y hoy Lolita, nos cuenta cómo afronta ella esta exposición y también que es lo que la tiene hasta los huesos.

¿Cómo empezaste a crear contenido para las redes sociales?

  Yo estaba estudiando en ese momento bachillerato y ser youtuber era entonces muy popular. A mí me interesaba mucho el maquillaje y la moda, por lo que mis compañeros de clase me dijeron: “¿Por qué no te haces un canal?”.  Al principio me esforzaba mucho porque no tenía idea de cómo editar los videos y al final poco a poco llegó un punto en que la gente se empezó a suscribir al canal. Paralelamente a esto empecé con Instagram. Me gusta mucho más trabajar en Instagram porque le puedo dedicar más tiempo, YouTube es algo más denso de producir.  Yo no dije: “Quiero ser Instagramer” que es como empieza mucha gente que luego se desanima un poco si no lo consigue. Yo empecé jugando y aprendí a hacer las cosas sola. Al final a la gente le gustó, pero nunca lo busqué.

¿Mantienes esa misma ilusión con la que empezaste en el mundillo de las redes?

He de decir que YouTube es algo que me cuesta más porque no tengo el mismo alcance que tengo en Instagram, me da un poco igual decirlo, sé que en YouTube no tengo tanto alcance y me desanima un poco el hecho de que es un trabajo muy elaborado. Siempre intento que todo vaya a mejor, editarlos con más ganas y mejorar el contenido, pero desanima un poco que la gente no lo vea. En Instagram, por el contrario, me gusta mucho crear contenido y cosas diferentes. Es algo que verdaderamente me gusta y además llega a más gente.  Además, es una plataforma más rápida y dinámica.

En Instagram colaboras con marcas que te invitan a eventos ¿Cómo fueron las primeras colaboraciones? 

La primera colaboración que hice fue con una marca de ropa y cuando me contactaron para enviarme sus productos no me lo creía.  Fue muy raro y me hizo mucha ilusión. Más adelante, cuando llevaba unos cuatro años en las redes, me contactó una network que me empezaron a mandar invitaciones a eventos. Mucha gente me preguntaba que como había ido a determinados sitios y básicamente es porque la empresa contacta con la network y le ofrece diferentes perfiles de influencers.  El primer evento era de una marca de trucha ahumada, se trató de un coctel de presentación de la marca. Fue increíble, me sentí “famous” (dice entre risas), había gente conocida de la televisión.

Y moviéndote en ese mundillo ¿Cómo llevas la exposición pública?

Con los años vas madurando, te das cuenta de lo que compartes en las redes y de quien va a verlo. Al principio yo exponía mucho mi vida y hoy en día no. Yo se lo peligrosas que pueden llegar a ser las redes a nivel mental. Considero que hago un buen trabajo en el sentido de que yo solo enseño lo que quiero que la gente vea.  Nunca voy a decir que tengo un problema. Realmente sé que hay gente que me sigue porque le caigo bien, pero en las redes sociales nunca sabes a quien le puede llegar esa información. Hay personas que te pueden hacer mucho daño y prefiero que no tengan cierta información. Solo enseño algo con lo que se pueda aprender, ya hay suficientes problemas en el día a día como para sumar los míos. He madurado mucho en eso y en el tema de los números, antes me afectaba más si subían o bajaban, ahora no. Al final no vivo de esto, no dejo que esto me afecte, Instagram es un 10% de mi vida.

Aun así ¿has recibido comentarios negativos de “haters”?

Si. Pero no vienen directamente a decirte nada a Instagram. Los encuentras en foros que hay en internet que te despellejan. En verdad tampoco he tenido muchos haters, aparecen por tonterías, por eso no hablo en mis redes sociales ni de política ni de temas controversiales porque digas lo que digas te van a criticar, no voy a permitir a esa gente que me arruine el día. A la cara no vienen nunca, pero sí que hay comentarios muy fuertes de forma anónima en los foros. Me gustaría ver si estas personas son ejemplo de algo en la vida o hacen justo lo que ellos critican. Son como los abusones del colegio, se creen superiores al criticar algo de otra persona en lugar de arreglar sus propios problemas.  He visto comentarios con palabras super duras de personas que tan siquiera me conocen, pero soy consciente de que descargan su rabia con cualquier persona pública, no solo conmigo.

¿Sientes algún tipo de responsabilidad para con tus seguidores?

En ese sentido, publico lo que me apetece con consciencia de lo que quiero mostrar con esa publicación. Siempre digo que las personas que tenemos un perfil público no tenemos responsabilidad en que la gente se influya de buena o mala manera. Tú no puedes hacer a una persona pública que no te está hablando a ti directamente  responsable de tus problemas. Una vez subí una foto fumando, una persona se indignó diciendo que mal influenciaba a la gente.  Yo lo que haga es mi responsabilidad, si una persona me ve fumando es su responsabilidad adoptar esa costumbre o no, no es cuestión mía.  La gente le echa la culpa de muchos de sus problemas a las personas que nos exponemos. Yo publico algo, si te gusta bien, si no te gusta también. Es tu responsabilidad gestionarte emocionalmente para que si tienes un problema acudas a especialistas.  No es responsabilidad de las figuras públicas los problemas de sus seguidores.


Dentro del diverso contenido que Lolita ha afrontado en su canal de YouTube, el que más impacto ha tenido ha sido un vídeo de hace 4 años en el que hablaba abiertamente sobre el aborto. A día de hoy, más de 300.000 personas han visto ese vídeo. ¿Qué piensa de él Lolita?

El video que más visualizaciones de tu perfil es uno que subiste hablando de clínicas abortivas. Te arrepientes de haber subido ese video ¿Cómo los ves ahora con perspectiva?

Quiero aclarar que yo nunca aborté, conté mi experiencia cuando creía que estaba embarazada. El video lo hice con la intención de atraer gente al canal, ya tenía varios videos subidos y quería atraer más público. Cambiaría muchas cosas de las que dije, pero no en relación al aborto sino a cómo me expresaba en aquella época. No me arrepiento de haberlo subido, es algo que generó mucha polémica y mucha gente me conoció gracias a él. Es un vídeo interesante porque creo que hay mucho desconocimiento sobre el aborto, sobre todo en países de Latinoamérica. Es increíble la desinformación que hay. La gente dice que es algo malo y que las mujeres que abortan se mueren, pero es obvio que es debido a que se mueren porque se ven obligadas a hacerlo de forma clandestina.  Si el aborto fuera legal en esos países, las mujeres no se morirían por abortar. Es triste. Las cosas que cambiaría del vídeo son en referencia a que ahora no pienso de la misma manera que cuando tenía 19 años, pero es algo que está ahí. Si en algún momento me molesta lo borraré.

¿Cuál es el contenido con el que te encuentras más cómoda?

Me gusta mucho al mundo de la ropa por el tema del «body positive». Respecto al maquillaje, me gustaría crear un perfil de Instagram aparte, para focalizarme más en ello, ya que estoy estudiándolo.  De momento me gusta mucho el tema de la ropa, he sido una persona que ha estado muy condicionada por su cuerpo a ponerse determinadas cosas y ahora que estoy en una etapa en la que cuestiono el por qué no debería ponerme algo, subo fotos que cuenten cosas, que sean visualmente bonitas, para que el resto de chicas puedan decir: «pues yo también puedo». Lo bonito de ser influencer es que realmente tienes que influenciar a algo bueno. Veo mucha gente que no te transmite nada y a mi me gusta mostrar algo que sea didáctico e interesante.

¿Crees que esa es la carencia de la comunidad de influencers, la falta de profundidad?

Yo creo que sí. No sigo a gente por seguirla, sino porque me enseña algo. Me gusta seguir perfiles que me muestren cosas interesantes, en mi caso, intento hacer eso con el mío. Aparte de esto, una cosa que no comparto es que algunos influencers como yo, que no viven de esto, se sientan mal por no tener tiempo y pidan disculpas por no subir contenido. No le debes nada a nadie, es tu vida. Yo a mis seguidores los aprecio mucho y les agradezco el apoyo, pero no son el centro de mi vida. Muchas veces debido a esto, la gente que nos sigue se cree con el derecho de saber todo de ti, de que se lo entregues todo en bandeja. No es así, yo estoy aquí porque quiero, no porque le deba nada a nadie. En ocasiones ha habido personas que me han enviado mensajes diciendo que soy una mala persona por tardar en contestar a un mensaje. Yo intento responder siempre, pero no tengo que estar todo el día pegada al teléfono. Hay que poner un límite entre lo que mostramos y lo que no. Me parece un poco tóxico que haya llegado un punto en el que no se distinga privacidad de contenido.

Entonces, ¿de qué podrías decir que Lolita Rydell está hasta los huesos?

Justamente de eso. Yo he visto vídeos de personas llorando, mostrando sus problemas. No lo entiendo. Tanto por la gente que comunica como por la gente que recibe esa información. En mi caso, creo que la gente que me sigue entiende que yo no soy una persona que comparte todo. Aun así, hay gente que se toma la libertad de preguntarme cosas personales que me parecen de muy mal gusto. Por ejemplo, en septiembre falleció mi abuela y fue horrible. Yo lo pasé muy mal sin compartir nada en redes sociales durante un tiempo y no le expliqué a nadie el motivo.  Hay gente que diría la razón por la que no sube contenido, yo no creo que sea necesario. La línea entre público y privado está desapareciendo.

El mundo de las redes sociales puede llegar a ser muy peligroso si no se sabe gestionar, pero Lolita Rydell ha alcanzado un punto de inteligencia emocional envidiable, consiguiendo saber gestionar todo este submundo. Sería maravilloso que todo el mundo compartiera esta forma de afrontarse al mundo virtual y aprendiera a cuidar su privacidad. Por el momento, Lolita seguirá motivando a más personas a ser ellas mismas sin importar lo que dirá la gente. Desde Hasta Los Huesos, te invitamos a que la acompañes en este viaje tan bonito que se llama amor propio.

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar